sábado, 15 de junio de 2013

Galaxias, un universo en expansión. (III parte)

 
 Aquí está la tercera parte del post sobre las galaxias. Continuamos con la descripción de algunos tipos de galaxias más comunes, como las galaxias Seyfert, o las menos comunes como las Anulares o el extrañísimo objeto de Hoag entre otras. Espero que nos acompañen por este recorrido de los elementos más bellos del Universo. Y para hacerlo más ameno, al final del post hay un vídeo con imagenes galácticas y una música muy adecuada para este viaje. ¡Qué lo disfruten!
Gilgamesh.


Galaxia de Seyfert M106


Galaxias de Seyfert

Estas galaxias deben su nombre  al astrónomo estadounidense Carl K. Seyfert, que describió este grupo en 1943. Las galaxias Seyfert son conocidas también como galaxias activas o de núcleo activo. Una galaxia activa es una clase de galaxia en la que su radiación electromagnética no está compuesta por los elementos habituales, es decir, polvo, estrellas, etc. que actúan generalmente en la radiación electromagnética consuetudinaria.
Se trata comúnmente de galaxias espirales, principalmente gigantes (aproximadamente una de cada cien galaxias espirales son galaxias Seyfert) y que están dotadas de un poderoso núcleo desmesuradamente brillante en su centro, tanto que en ocasiones puede llegar a sobrepasar en brillo al resto de la galaxia. Este es un núcleo activo y suele ser muy variable, llegando incluso a cambiar su intensidad en menos de un año. Este núcleo activo se caracteriza por la emisión de gases a temperaturas elevadísimas, producidas  por acreción de materia en el agujero negro del centro galáctico, lo que provoca la pérdida masiva de electrones en sus átomos. En el espectro de emisión de esos gases aparecen unas líneas de emisión de diferentes densidades con las que los científicos clasifican en dos grupos este tipo de galaxias. Las de grupo I con gases más densos y anchuras más amplias en el espectro, lo que indicaría que los componentes más próximos al núcleo girarían orbitándolo a una muy elevada velocidad de rotación. Y las de grupo II con líneas más estrechas y gases menos densos y mucho más activos, pero donde el núcleo continúa su propagación de onda de forma puntual, dando a entender que quizá sus componentes giran a gran velocidad pero que están escondidos a la vista por un disco de partículas de polvo poco transparente y gas, dando posiblemente una apariencia engañosa de posición. La radiación de los núcleos de este tipo de galaxias no deja pasar las radiaciones infrarrojas, por lo cual  tan solo es visible en luz blanca.

Galaxia Anular NGC 922-l

Galaxias Anulares


Este tipo de galaxias son muy raras y poco comunes. Están formadas por un núcleo muy brillante y un disco en forma de anillo muy luminoso y bien definido que lo rodea por completo. Generalmente, el núcleo suele estar formado por estrellas más antiguas y el anillo, a parte de polvo y gas, contiene estrellas azules más jóvenes, masivas y calientes. El anillo de estas galaxias se nos puede representar de dos formas: una  puede aparecer  de forma enlazada y desfigurada y la otra de forma tenue y regular, guardando generalmente algunas la estructura original de su núcleo o su disco primitivos.
Se sabe bien poco sobre el tipo de formación que crea estas galaxias y ninguna de las teorías que intenta explicar su origen  lo hace por completo. Varias son las formas en que se supone se crearon las galaxias anulares. Algunas abogan por ejemplo la idea de que la extraña disposición en anillo  es debida  a la colisión de una galaxia de disco con otra galaxia  más pequeña que atravesase el disco de ésta. O bien que una galaxia colisionara de forma angular con la que se ha de convertir en galaxia de anillo, dándole esa forma al arrancar la materia y haciéndola girar alrededor del núcleo debido a la interacción gravitatoria. O incluso que tras el choque, una perturbación gravitatoria creara una onda de formación estelar que se moviese a través de la galaxia. Fuera como fuera, parece ser que el origen de este tipo de objetos galácticos es una colisión entre una galaxia grande y una más pequeña, haciendo que la masa de gas, polvo y estrellas de sus discos se fusionen para formar, mediante interacciones gravitatorias, un vacío entre el núcleo y el anillo que está en formación con el material de los discos fusionados de las dos galaxias.

Objeto de Hoag

 El Objeto de Hoag

Dentro de las galaxias anulares cabe destacar por su singularidad el denominado Objeto de Hoag, también llamado de forma oficial PGC 54559.
Descubierto en 1950 por el astrónomo estadounidense Arthur Allen Hoag, el cual le dio su nombre, este objeto se encuentra a una distancia de unos 600.000.000 de años luz y se trata verdaderamente de una galaxia poco común, aun dentro de las raras  galaxias anulares. El núcleo de esta galaxia, con un diámetro de unos 17000 años luz, está formado principalmente por estrellas amarillas y antiguas, lo que le da ese destacado color amarillento. En cambio, el anillo está formado por estrellas azules, muy calientes y jóvenes, tintando su aspecto de un color azulado. En conjunto, el diámetro de la galaxia es de 120.000 años luz, lo que viene a ser una longitud muy parecida a la de la Vía Láctea, que es de 100.000 años luz de punta a punta.
 Lo que caracteriza a este objeto es ese particular anillo casi perfecto que rodea al núcleo. Generalmente las galaxias anulares tienen unas estructuras de anillo bastante irregulares, las cuales dejan entrever su disposición original manteniendo aproximadamente el núcleo la estructura primaria, generalmente espirales, de la galaxia que originó el tipo anular. Los anillos de estas galaxias suelen estar descentrados, envolviendo el núcleo y llenando con material estelar y gas el espacio entre éste y la estructura anular. Por el contrario, encontramos que en el Objeto de Hoag el círculo del anillo es casi perfecto y muy bien definido, rodeando a un núcleo difuso y dejando un espacio diáfano y vacío entre la estructura anular y el centro. Aunque este espacio está práctica y aparentemente vacío, puesto que a través de ese hueco entre el anillo y el núcleo se puede ver otra galaxia anular por detrás de ésta, no podemos descartar la idea de que esté poblado por elementos de menor tamaño y que nos pasarían desapercibidos por ahora, como podrían ser pequeños cúmulos globulares. Se pensó en un principio que el anillo no estaría en relación con el núcleo y que podrían ser independientes el uno del otro, o que incluso se tratara de una lente gravitatoria, (las lentes gravitatorias son una deformación de la perspectiva que hacen aparecer a estrellas más lejanas muy cerca del objeto observado) pero el Hubble, así como otros telescopios, pudieron refutar esa idea constatando que realmente el anillo forma parte de la galaxia.
La explicación para esta perfecta anomalía del Objeto de Hoag podría ser el de la mayoría de galaxias anulares: Un choque entre dos galaxias. Pero en este caso se habría tratado de una colisión acontecida hace más de 2000 millones de años y que habría terminado con una de las galaxias desgajándose, pasando su materia a formar la estructura anular de la superviviente de la colisión, quedando absolutamente fusionada con esta. (El Objeto de Hoag, Revista Espacio, febrero 2012)
Otra alternativa sería que se tratase de una galaxia espiral barrada y que debido a un enorme desequilibrio gravitacional en la barra, ésta terminara desfragmentada y convirtiéndose en ese anillo tan característico.


Galaxia Anular Polar NGC 660

Galaxia Anular Polar


Este tipo de galaxias es muy poco frecuente y aparentemente suelen estar formadas principalmente por galaxias de tipo lenticular. Se caracterizan por poseer unos anillos exteriores muy luminosos de gas, polvo y estrellas  que orbitan sobre los polos de su disco. Estos anillos pueden  llegar a formar un ángulo recto casi perfecto en sus ejes de rotación.
La formación de estos anillos polares puede ser muy diversa. Probablemente sean el resultado de la absorción de una galaxia abundantemente saturada de gas, el cual pasaría a constituir las estructuras anulares en los polos de la galaxia lenticular. Por otro lado, algunos científicos  creen que este tipo de anillos puede ser debido a la colisión de una galaxia más pequeña en forma perpendicular al plano de rotación de la mayor. O bien, otra posibilidad sería la aprehensión de mareas debidas a enormes y potentes interacciones gravitatorias que absorberían el material de la galaxia atraída para formar los discos polares.
Sea como sea, es sensato pensar que la formación anular en los polos se debe a algún tipo de fusión de dos galaxias morfológicamente distintas, aunque realmente no se sepa con seguridad como se forman estos anillos polares.
Continuará en el siguiente post.


lunes, 6 de mayo de 2013

Galaxias, un universo en expansión. (II parte)


La semana pasada subí la primera parte de este post dedicado a las galaxias, en él explicaba sucintamente la aparición de éstas tras los primeros millones de años después la explosión del Big Bang, y comentaba la estructura básica de toda galaxia. Hoy subo la segunda parte, en la que encontraremos las principales tipologías de galaxias, como las espirales, irregulares, elípticas, etc.
Que lo disfruten.
Gilgamesh.
Haciendo clic en el enlace se accederá a la primera parte del post: (Primera parte)


TIPOLOGÍA DE GALAXIAS


Como hemos dicho más arriba, hay tres o cuatro tipos básicos de galaxias que fueron destacados por la clasificación de Hubble. Y que son, recordémoslo: Elípticas, lenticulares, espirales e irregulares. El segundo tipo vendría dado por una subclase de las otras, principalmente de las espirales y es la de tipo lenticular. Pasemos a echarles un vistazo:


Galaxias Elípticas 
Galaxia Elíptica M110
Estas galaxias tienen, como su nombre bien indica, una forma elíptica y la localización más común para encontrarlas es en las zonas en las que la concentración galáctica es más alta, es decir, en las zonas centrales de los cúmulos. Se caracterizan por una práctica ausencia del momento angular y es frecuente que carezcan también de una estructura reconocida como es el disco en el núcleo y que tampoco tengan gas ni polvo estelar. Es probable que algunas galaxias de este tipo puedan haberse generado ocasionalmente por una fusión de varias. Aunque se diversifican bastante entre ellas en lo que se refiere a luminosidad y tamaño, la mayoría de estas galaxias tienen una luminosidad uniforme y su luz deviene mayoritariamente de estrellas viejas, es decir, estrellas de larga evolución rojas o amarillas y de baja metalicidad, esto es, que en su composición abundan principalmente el hidrógeno y el helio, careciendo de cualquier otro tipo de elemento químico. Esto nos probaría que son muy antiguas y que su formación vendría de muy atrás en el tiempo. Aparentemente, el color en la mayoría de galaxias elípticas suele ser también muy homogéneo, lo que sería indicativo de que la mayor parte de las estrellas que la conforman se constituyeron aproximadamente hacia una época análoga, siendo por tanto estrellas muy viejas y más frías. En estas galaxias, los valores formativos de estrellas suelen estar muy por debajo de la media de galaxias como las espirales, más jóvenes. Podemos hallar en muchos cúmulos una gran concentración de galaxias elípticas, lo que nos da a entender que esos cúmulos tienen una antigüedad considerable.
Dentro de la clasificación morfológica de las galaxias, Hubble incluyó una subdivisión en la que utilizaba una nomenclatura basada en una letra y un número para distinguir la intensidad de la forma en cada galaxia del mismo tipo. Así, en las galaxias elípticas la letra es la E y los números van de 0 a 7 según el grado elíptico de la galaxia que va de menos a más. Es decir, que una galaxia clasificada E0 sería prácticamente esférica, mientras que una E7 sería casi totalmente plana y alargada. Por ejemplo, la galaxia M49 (NGC 4472) es una galaxia tipo E4, es decir, que tiene un grado de elipse intermedio.



Galaxias Lenticulares
Galaxia lenticular NGC 3115

Este tipo de galaxias suele abundar en muchos cúmulos galácticos y aparentemente podrían ser una forma intermedia entre las galaxias elípticas y las galaxias en espiral. La diferencia primordial que existe entre unas y otras es que por ejemplo en las galaxias elípticas no existe un disco alrededor del núcleo, mientras que las galaxias lenticulares sí que lo poseen, pudiéndose crear así zonas formativas para nuevas estrellas. Este disco lenticular se diferencia del de las galaxias en espiral en que es un todo homogéneo, manteniendo su uniformidad al no haber ondas de densidad debidas a rotaciones diferenciales de planetas que lo desgarren creando brazos en espiral.
Las galaxias lenticulares carecen de polvo y gas interestelar, pudiendo ser muy antiguas debido a que la mayoría de sus estrellas son viejas y con bajo índice de metalicidad. No sería descartable tampoco la hipótesis de que algunas de estas formas lenticulares fueran en su origen galaxias en espiral a las que se hubiese despojado de sus espirales debido a la interacción gravitacional con otras galaxias próximas a ellas.
En la década de la publicación de la secuencia de Hubble, la existencia de galaxias lenticulares era todavía incierta, cosa por la cual éste no las incluyó en su clasificación en un principio. Pero más tarde, bajo el criterio de que debía existir una transición entre las galaxias del tipo elíptico y el espiral y acuciado por la necesidad de encontrarla, se basó en comprobadas observaciones posteriores, incluyendo algunas propias, y terminó por añadirlas a su relación, asignándoles la nomenclatura clasificatoria de SO.


Galaxias en Espiral
Este tipo de galaxias tienen forma de rueda en espiral, característica por la cual se les da este nombre. Suelen tener núcleos de color rojo, lo que es indicativo de que la población estelar que los compone son principalmente estrellas viejas y primarias. El halo de estas galaxias acostumbra a ser muy extenso y desarrollado, rodeando al núcleo y a los delgados discos estelares que le dan la forma, dotados estos de prominencias centrales muy brillantes. Este brillo de los brazos del disco es debido a la formación de estrellas nuevas muy masivas. Estas galaxias se clasifican en espirales normales y espirales barradas.



Galaxias espirales sin barrar
Galaxia espiral M81 o Galaxia de Bode

Son las genéricas, es decir, las que dan nombre a este tipo de galaxias que hemos comentado en su introducción. Las galaxias en espiral están constituidas por un núcleo semejante al de las galaxias elípticas y que contiene esencialmente estrellas antiguas de color principalmente naranja y amarillo, y dotadas con muy baja metalicidad siendo, además, muy posible también que la mayoría de este tipo de galaxias posean en el centro de su núcleo un agujero negro supermasivo. Estas galaxias deben su forma a sus largos y brillantes brazos, compuestos de vastas masas de gas y polvo que se expanden alrededor del núcleo formando una rueda en espiral y situados en el disco plano de la galaxia. Estos brazos se han ido creando como ondas de densidad de choque a causa principalmente de la rotación diferencial de las estrellas alrededor del disco, que han ido desgajando los compactos cúmulos de gas y polvo estelar hasta darle su forma alargada. Estas extremidades espirales contienen los complejos procesos de formación estelar, en el cual esas gigantescas masas de gas y polvo se van transformando paulatinamente en estrellas brillantes que le darán su característico resplandor. Por tanto, es en el halo de estos discos donde encontraremos las estrellas más jóvenes, azuladas y de alta metalicidad formando cúmulos globulares abiertos.
Como hemos dicho más arriba, Hubble distinguió dos tipos de galaxias espirales clasificándolas en dos grandes conjuntos: las espirales normales que acabamos de ver y las espirales barradas, es decir, las que están dotadas con una tupida barra de estrellas atravesando su núcleo. La nomenclatura de clasificación que utilizó Hubble estaba basada en tres grados de apertura o separación de los brazos respecto a su núcleo. Las letras de clasificación son Sa, Sb, Sc, donde Sa es la que tiene menor apertura y la Sc la mayor. 



Galaxias espirales barradas
 

Galaxia de espiral barrada NGC 1300

Estas galaxias tienen la misma forma espiral que las anteriores pero se diferencian de estas al poseer en su núcleo una amplia franja de estrellas en forma de barra, que probablemente deban esas curiosa organización a las ondas de densidad. La mayoría de las galaxias en espiral son espirales barradas, aunque muy probablemente esas particulares barras sean de carácter pasajero, es decir, que con el tiempo posiblemente acaben desapareciendo.
Otra característica de este tipo galáctico es su núcleo activo en formación estelar. Esto es debido a que los brazos del disco desplazan por resonancia orbital el gas interestelar hacia el núcleo central por mediación de la barra, ya que los extremos de estos están conectados a las extremidades de ella, dando así pábulo a la formación de estrellas de nueva generación.
Tanto nuestra Vía Láctea, como probablemente la galaxia de Andrómeda, son galaxias de espiral barrada.
En las galaxias de espiral barrada, la nomenclatura es igual a la de las espirales normales, sólo que se le añade la B de barradas en las siglas de la nomenclatura, siendo esta así: SBa, SBb, SBc, donde además del grado de apertura del brazo se clasifica el tamaño de la prominencia del núcleo barrado.


Galaxias Irregulares
Galaxia Irregular NGC 4449

Este tipo de galaxias son las más interesantes a escala visual debido a la gran cantidad de formas distintas que exhiben. Son difíciles de clasificar dentro de la secuencia de Hubble ya que casi todas muestran un aspecto heterogéneo, no teniendo un núcleo o bien si lo tienen este es muy poco acusado, y no siguen ningún tipo de patrón simétrico como las galaxias elípticas o las espirales. Es decir, que en este tipo de galaxias la distribución de su gas, estrellas y polvo estelar parece seguir un modelo aleatorio, dando esto como producto galaxias sin forma definida y que por tanto se las clasificará como galaxias irregulares. De paso, cabe citar que es frecuente que las galaxias irregulares sean las de menor tamaño, principalmente las de Tipo I. Las dos nubes de Magallanes que orbitan la Vía Láctea, tanto la mayor como la menor, pertenecen a la categoría de irregulares.
En la secuencia de clasificación de galaxias de Hubble, éste distinguió dos tipos de estas galaxias, y que son conocidos como tipo I y tipo II. En la nomenclatura propuesta por el astrónomo estadounidense se les asignó las letras Irr I e Irr II.



Galaxia Irregular de Tipo I (Irr I)

La luminosidad de este tipo de galaxias suele ser habitualmente muy escasa comparativamente con las galaxias en espiral e incluso, a veces, con las de tipo II. Es frecuente que su color sea azulado, y que tengan, además, una clara indefinición en sus formas, careciendo de núcleo o siendo éste muy poco acusado. Como hemos dicho más arriba, estas galaxias son usualmente de tipo pequeño o enano.


Galaxia Irregular de Tipo II (Irr II)
Galaxia irregular de Tipo II M82
Esta clase de galaxias son muy raras e incluyen varios tipos cuyo origen parece estar originado de diversas formas. Ordinariamente acostumbran a ser galaxias jóvenes careciendo completamente de ningún tipo de estructura morfológica.
(Continuará en el siguiente post)


lunes, 29 de abril de 2013

Galaxias, un universo en expansión (I parte)




En un anterior post hice un breve esbozo sobre las estrellas, aquellas fantásticas y lejanas luminarias que acompañan nuestras claras noches y que tanto han intrigado al hombre desde que tiene capacidad de razonar. Allí comentaba que en el cielo nocturno no sólo podíamos ver estrellas, sino que también nos topábamos con los planetas de nuestro sistema solar, nebulosas, supernovas lejanas, cúmulos estelares y galaxias. Y sobre estas últimas me gustaría hablar hoy.
La palabra galaxia deviene del latín y del griego y en su étimo significa lácteo. Y Galaxia es una palabra que suena bien y que automáticamente nos traslada a lejanas e inalcanzables regiones del Universo. Una palabra que a más de uno le habrá hecho soñar con la distante vida en otros  mundos ignotos, desbocando la imaginación en conjeturas de como puede ser esa vida y en como pueden ser aquellos planetas que la albergan en esos lejanos y misteriosos objetos cósmicos llamados galaxias.
Bien es verdad que, hoy por hoy, nuestra tecnología no nos permite cruzar  los inmensos espacios intergalácticos y visitar cualquiera de nuestras vecinas más cercanas, y mucho menos las más lejanas. Pensemos que la galaxia más próxima (sin contar las nubes de Magallanes u otras galaxias satélite enanas) a nuestra Vía Láctea, que es donde vivimos, es la galaxia espiral gigante M31(NGC 224), más conocida como Andrómeda y que está situada a la friolera de dos millones y medio de años luz (2.500.000) es decir, que la luz viajando a 300.000 kilómetros por segundo tarda dos millones y medio de años en alcanzarla. Para nosotros actualmente es algo inconcebible y utópico viajar hasta allí, ya que a la velocidad que se trasladaban nuestros transbordadores espaciales, 27.000 kilómetros por hora, tardaríamos en llegar a Andrómeda la friolera de
2,5x109   de años, esto es, unos 25.000.000.000 de años. Algo del todo imposible de llevar a cabo. Recordemos que comparativamente nuestro planeta tiene una edad de 4.500.000.000 de años y que la vida media de nuestro Sol es de 10.000.000.000 de años y que  la edad del Universo, contada desde el estallido del Big Bang,  es de 13.700.000.000 de años. ¡Imposible a todas luces, nos llevaría más tiempo que toda la vida del propio Universo! Imposible al menos en lo que se refiere a una vida humana o de cualquier otra clase y a nuestra tecnología actual. Quizá en el futuro se conozcan otros tipos de propulsiones o atajos espacio temporales como los agujeros de gusano para acortar la duración del trayecto y atravesar esas inconmensurables distancias, pero en la actualidad se trata de una absurda entelequia. Y eso en  lo que respecta a nuestra galaxia más próxima, así que no vale la pena detenerse a pensar lo que tardaríamos en llegar por ejemplo a las galaxias  NGC 4889 en la constelación de Coma Berenice o NGC 3842 en la constelación de Leo, que están situadas a 308 y 331 millones de años luz respectivamente. Por cierto, en estas dos galaxias elípticas fueron descubiertos en diciembre de 2011 los dos agujeros negros más masivos conocidos hasta el momento, cada uno en una de ellas.
El Universo está formado por multitud de objetos y entre ellos, en una jerarquía imaginaria, encontraríamos a las galaxias junto a los cúmulos y supercúmulos en los puestos más altos. Pero ello no quiere decir que en el Universo lo que más abunde sean las galaxias. Al contrario de lo que se pueda pensar, lo más abundante en el Universo es la Energía Oscura  que abunda en un 70%  y que junto al 23%  de la Materia Oscura forman el 93% del total del Universo. El 7% restante estaría formado por la materia bariónica, es decir, toda la masa física del Universo, constituida  esta por las partículas subatómicas que son los bariones y las también partículas elementales que son los  leptones y que es todo lo que existe en forma material, desde una simple piedra hasta el el propio ser humano o cualquier planeta. Pero de momento a la materia y la energía oscuras, estas grandes habitantes del cosmos,  las dejaremos para otra ocasión.
Pero ahora a lo que íbamos: ¿Qué son las galaxias?  Podemos definir a las galaxias como un vasto conglomerado de diversos objetos tales como estrellas con o sin planetas, polvo cósmico, asteroides, cometas, nubes de gas, materia oscura, nebulosas y hasta algunas están coronadas con agujeros negros.


Como es sabido, el Universo se creó tras la colosal explosión que los científicos llaman el Big Bang. Antes del Big Bang no existía nada, ni el tiempo, ni la luz, ni el calor, ni los colores ni el espacio. Pero de pronto, un punto de energía billones de veces más caliente que el núcleo del Sol y miles de veces más pequeño que el cabezal de una aguja y que bulle de energía y radiación y en el que estaba concentrada toda la energía del futuro Universo, explotó. Una sorda explosión tras la cual aquel punto tan diminuto se hinchó súbitamente en todas direcciones de manera uniforme en un espacio de tiempo infinitesimal, llegando a alcanzar el tamaño de nuestra Vía Láctea; eso es lo que los científicos llaman la Inflación Cósmica. El espacio de tiempo tan pequeño que utilizan los teóricos para explicar lo que ocurrió tras aquella explosión prístina se llama Tiempo de Plank.  El Tiempo de Plank es el periodo de tiempo más minúsculo que existe y se utiliza solamente en la física de partículas. Un plank equivale a  0,1x10-43
segundos, es decir una coma decimal, cuarenta y dos ceros y un uno, o lo que es lo mismo: 0,0000000000000000000000000000000000000000001
En ese lapso tan corto de tiempo, donde el Universo no es más que energía, fue cuando aparecieron las cuatro fuerzas fundamentales del Universo, es decir, la gravedad, gracias a la cual se pudieron formar las estrellas y los planetas, y posteriormente las galaxias, se trata de una fuerza de un único sentido  y que curiosamente es la fuerza más débil de todas. El electromagnetismo, el cual actúa en las variaciones físicas y químicas de todos los átomos y se transforma en luz. La fuerza nuclear fuerte, que sustenta la cohesión de los elementos que componen los núcleos de los átomos (protones y neutrones.) Y por fin la fuerza nuclear débil que transforma a un protón de carga positiva en un neutrón sin carga, que es lo que ocurre constantemente en el interior de las estrellas y por lo que estas entran en fusión nuclear.
Pero adelantémonos un poco más en el tiempo y dejemos atrás las primerísimas e indetectables, a nivel físico, ínfimas fracciones de segundo del Universo, que es cuando se sentaron las bases de lo que sería éste en el futuro. Así, avanzamos hasta después de una millonésima de segundo desde el Big Bang, que es cuando la energía comienza a convertirse en partículas diminutas de materia, acompañadas de su equivalente partícula de antimateria. Ahora el Universo  se ha ido enfriando, aunque sólo es un millón de veces más caliente que el Sol, y todavía está lo suficientemente caliente para impedir que esas partículas de materia se unan y formen los primeros átomos. Pero la materia y la antimateria no pueden coexistir juntas y su encuentro propicia una aniquilación mutua, liberando ingentes cantidades de energía y radiación. Y entonces entramos en un momento crítico de la creación del Universo, donde se puede decidir la existencia o no de todo, desde una lejana galaxia hasta el grano de arena de cualquier playa, pasando por nosotros mismos. Pero afortunadamente, las fuerzas se equilibraron a favor de la materia y está superó en número a la antimateria dando paso a la propia  masa tal y como la conocemos, permitiendo al fin que aquellas partículas pudiesen crear los átomos al transcurrir el tiempo. Adelantemos pues un poco más.
Hemos  llegado a los 300.000 años después de la explosión del Big Bang. En ese momento es cuando comienzan a formarse los primeros átomos de aquellas partículas que sobrevivieron a la lucha con sus iguales de antimateria. Ahora aquellas partículas supervivientes comienzan a unirse debido a la fricción y a la fuerza de la gravedad formando cada vez masas más densas de átomos que 200.000.000 de años después conformarán las primeras estrellas. Al principio las estrellas son nubes de gas y polvo que no interaccionan, hasta que posteriormente entraran en un proceso continuo de colapso y en las que actuarán diversas fuerzas que les harán iniciar los procesos nucleares de la combustión. 




Hemos llegado por fin a 500.000.000 de años después del Big Bang, es a partir de este momento cuando aparecen las primeras galaxias completas, conformadas por millones de estrellas, polvo y gas cósmico. El Universo se ha enfriado considerablemente y sigue su curso de expansión, haciendo que las propias galaxias, debido a la fuerza gravitacional y a las fuertes interacciones que se crean, permitan la creación de nuevas estrellas en su seno y que esas mismas galaxias se vayan juntando unas con otras hasta formar los cúmulos y supercúmulos, es decir, enormes grupos de galaxias. El Universo ya está en marcha y a partir de este  punto seguirá expandiéndose sin límite hasta el día de hoy, en que las galaxias siguen separándose a velocidades vertiginosas.

Catalogación de las Galaxias

Como dijimos más arriba, las galaxias son un conjunto de diferentes componentes y de diferentes formas y se estima que en todo el Universo visible deben existir alrededor de 100.000 millones de galaxias. Desde hace siglos el hombre ha catalogado los objetos astronómicos de distintas maneras, pero en un principio fue por su aspecto visual y sin diferenciarlas de otros objetos astronómicos. Los distintos tipos de catalogación que se usan en la actualidad son entre otros el NGC, el Messier, el CG, el PGC, etc.
Esquema de catalogación de Hubble

Bajo las siglas NGC se esconde el nombre en inglés de New General Catalogue, o lo que es lo mismo: Nuevo Catálogo General en español. Esta nomenclatura es una de las más usadas todavía en astronomía,  a pesar de que fue publicado por primera vez en 1880 por J. Ludvig y E. Dreyer. Se trata de un apéndice y actualización del Catálogo General (CG) publicado por  William y John Herschel, padre e hijo, en 1864 y que recogía un total de 7840 objetos astronómicos. Cuando se utiliza esta nomenclatura se escriben primero las siglas seguidas por el número de catálogo al que pertenece la galaxia o el objeto a citar. Por ejemplo a  la galaxia de Andrómeda le corresponde el número 224 del catálogo y se expresa así: NGC 224.
Las siglas PGC  tienen como significado el nombre de Catálogo de Galaxias Principales y recogen un total de 73.197 galaxias conocidas, siendo publicado en 1989 por el Observatorio de París.
El catálogo Messier es el intento más antiguo de catalogación de objetos astronómicos  y fue publicado en 1774 por Charles Messier. Se recogen 110 objetos en este catálogo, el más común y aún de los más utilizados, y su nomenclatura al emplearlo es la misma que la de los demás: se pone solo una letra, la M (Messier) y detrás el número que corresponde de catálogo. Por ejemplo, a Andrómeda en este caso le correspondería el número 31 del catálogo Messier y lo expresaríamos así: M31
Tras las catalogaciones generales, no fue hasta el primer tercio del siglo XX en que se hizo una clasificación tipificada de las galaxias según su morfología. Esta vez sería Edwin Hubble en 1936 el que se encargaría de proponer dicha clasificación, basándose en los catálogos ya existentes y en la forma de las galaxias. Hubble clasificó las galaxias en los siguientes tipos: Galaxias elípticas, lenticulares, galaxias espirales y galaxias irregulares. Aún dentro de esa clasificación existen diferentes subclasificaciones que veremos más adelante.

Estructura de una Galaxia

Los elementos principales que encontramos en una galaxia son las estrellas, que son los objetos que le dan, junto a las nebulosas, todo el brillo.  El número de estrellas en una galaxia varía de una a otra, obviamente, ya que en las galaxias enanas hay un índice más bajo que en las galaxias gigantes, que pueden llegar a albergar hasta 150.000 millones de estrellas.
La estructura básica de una galaxia está materializada en tres elementos: el núcleo, el disco y el halo.


El Núcleo
El núcleo es conglomerado esférico y brillante que encontramos localizado en el centro de la galaxia, lugar desde donde parten el resto de elementos. Sus dimensiones pueden ser variables y es el lugar en el que se concentra una mayor cantidad de estrellas.

 El Disco
Se trata de la zona que conforma la morfología de una galaxia, dándole el aspecto con que la podemos ver, principalmente en las galaxias del tipo espiral y el subtipo lenticular de estas. Suele ser una zona de intensa actividad en procesos formativos de estrellas nuevas.


  El Halo
Se trata de una forma globular que rodea  a las galaxias, con casi ninguna o bien con nula rotación al centro galáctico, siendo observado más a menudo en las galaxias en espiral. Uno de sus componentes principales, a parte de las estrellas viejas y el gas tenue interestelar altamente ionizado, es la materia oscura.

viernes, 26 de abril de 2013

Destellos del Universo 3

Se detecta  Smog en la  galaxia enana WLM

Hasta ahora los científicos no  podían explicar el por qué galaxias con muy baja metalicidad podían llegar a formar estrellas sin disponer de todos los elementos necesarios que las conforman. Pero  un estudio  realizado por la Dra. Mónica Rubio del Departamento de Astronomía de la Universidad de Chile, ha detectado por primera vez moléculas de monóxido de carbono (CO) en la galaxia enana WLM, lo que se traduciría en una especie de smog (Smog es una palabra que deviene de los dos vocablos ingleses smoke [humo] y fog [niebla] y se trata de un tipo especial de contaminación provocada por el estancamiento del aire y la permanencia de los óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles en las capas más bajas de la atmósfera.) que contendría las partículas de CO, haciendo que las temperaturas sean más bajas y el gas más denso, pudiéndose formar entonces las moléculas necesarias para la formación estelar.
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Localizados  los planetas similares a la Tierra más pequeños hasta ahora.

El Observatorio Espacial Kepler ha localizado dos planetas similares a la Tierra mucho más pequeños que los encontrados hasta ahora. Uno de ellos, el Kepler 62f, está situado en la zona habitable de su estrella Kepler 62, situada a 1200 años luz en la constelación de la Lira. Kepler 62f es un 40% más grande en tamaño que la Tierra, y según los científicos, posiblemente podría tener las condiciones adecuadas para tener agua líquida en su superficie.
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La Vida podría haber aparecido antes que la tierra existiera.

Basándose en la famosa  ley de Moore, dos investigadores del Instituto Nacional Sobre el Envejecimiento en Baltimore, han aplicado esta ley a la velocidad en que la vida crece en complejidad en la Tierra, duplicándose cada 376 millones de años. Esto significaría que, según estos genetistas, la vida surgió hace 9700 millones de años, cosa que no concuerda con la antigüedad de nuestro planeta, que es de 4500 millones de años.
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jueves, 18 de abril de 2013

Luces nocturnas


La semana pasada subía un post sobre la contaminación lumínica y la calidad de los cielos debida a ella. Hoy me gustaría complementar aquel post con un vídeo de The International Dark-Sky Association, en que se explica muy claramente los motivos de la contaminación lumínica, el gasto energético y económico que ello supone y los modos en que se podría ahorrar energía y dinero a la par que algunos consejos para  limpiar nuestros cielos de la tan nefasta luz artificial nocturna.
Es un vídeo de poco más de seis minutos, muy ameno y que puede abrir los ojos a más de uno sobre este grave problema que afecta no solo a los cielos, sino también a las plantas, los animales y al propio ser humano, derivando en este, según el vídeo, hasta enfermedades y cánceres tan comunes como el de mama y el de próstata.
Espero que les guste el vídeo y que lo disfruten.
Gilgamesh

jueves, 11 de abril de 2013

La NASA capturará un asteroide para estudiarlo

 La NASA prepara un ambicioso proyecto para 2017: Capturar un asteroide y arrastrarlo hasta la órbita lunar. La idea  viene a partir  de la intención del presidente estadounidense, Barak Obama, que anunció una misión de aterrizaje tripulado en un asteroide para el 2025. Pero los costes de tal misión y su complejidad han hecho cambiar la idea del proyecto. Por lo tanto, para reducir gastos se ha optado por atrapar un asteroide cercano de pequeño tamaño (de 7 a 10 metros de longitud) y  arrastrarlo con un robot. Ese asteroide  sería depositado posteriormente en órbita entre la Tierra y la Luna, dejándolo permanente allí para que posteriores misiones tripuladas lo puedan visitarlo y estudiarlo in situ. El proyecto está pensado para ser llevado a cabo a partir de 2017 y servirá también como medio de entrenamiento para la posible opción de capturar asteroides que representaran un peligro para nuestro planeta y reubicarlos en órbitas alejadas del mismo.
Según la NASA, se desarrollarán tecnologías nuevas de propulsión y de comunicación para el proyecto, como por ejemplo la propulsión solar eléctrica y el láser para las comunicaciones, aunque también se utilizará material anterior, como la cápsula Orión y el cohete SLS (Space Launch System) En el vídeo de la NASA que acompaña este  post podemos ver como será aproximadamente el proyecto de captura.
Que lo disfruten.
Gilgamesh.
Enlace a la noticia para mayor información.






lunes, 8 de abril de 2013

Cielos Nocturnos


A todos los que nos gusta mirar el universo a través de nuestros telescopios, sabemos que lo más importante para disfrutar de ello es que haya en aquel momento un cielo despejado con un máximo de oscuridad. La falta de esto último es algo que llega a ser mucho más molesto que no un cielo cubierto de densas nubes, puesto que, quizá, al día siguiente las nubes desaparezcan y podamos ver el cielo a nuestro antojo. Pero si vivimos en un lugar con exceso de contaminación lumínica, nunca podremos disfrutar de nuestras observaciones con la debida nitidez, claridad y extensión que nos gustaría. Si a eso le sumamos, además, que ya de por sí la atmósfera de la Tierra distorsiona los objetos a observar, la desesperación puede ser total. Así es que, debido concretamente a la contaminación lumínica y a la distorsión afectada por nuestra atmósfera, los grandes telescopios se suelen ubicar en lugares despejados, remotos y con cielos con una claridad y limpieza máximas. O si no, como en el caso de Hubble, en el espacio exterior.
Pero obviamente, hay ciertos baremos en que la cantidad de luz varía, es decir, no es lo mismo una ciudad que el campo abierto o un desierto, o lo alto de un páramo en los andes. Cuanta más concentración humana exista en un punto, mayor tiende a ser la contaminación por luz artificial.
En la ilustración inferior hay una comparación de los diferentes tipos de contaminación lumínica según las distintas ubicaciones. Así vemos de izquierda a derecha, como se ve el cielo en:

La Ciudad.

En la ciudad la contaminación suele ser máxima y sobre todo si es en el centro de la misma. En el cielo apenas podemos ver unas pocas estrellas con un brillo difuminado y opaco. Es muy poco recomendable instalar un telescopio en lugares así, ya que la búsqueda de una estrella interesante será un arduo trabajo.


Transición entre Ciudad y Lugar Suburbano. 
 
Esta ubicación suele pertenecer a las zonas que van de la ciudad a los extrarradios de la misma, donde la densidad suele ser más rala y la contaminación por luz algo menor. Como podemos comprobar, no mejora mucho la visibilidad de los astros.

Extrarradio

Esta zona pertenece a los extrarradios plenos, municipios y ubicaciones a las afueras de las ciudades, pero no lo suficientemente alejadas como para ser consideradas rurales. Aquí, al ser localidades más pequeñas y con menos población, la contaminación es mucho más baja. Ya se pueden distinguir estrellas importantes como Altair o Vega y se empiezan a apreciar algo las constelaciones.

Localización Rural


Particularmente los cielos de ubicaciones rurales ya suelen ser bastante oscuros y limpios. Sobre todo si son lugares aislados como casas de campo o pueblos con escasos habitantes. Los cielos suelen ser muy nítidos y ya podemos ver a simple vista planetas como Júpiter o Saturno y estrellas como Aldebarán, Betelgeuse, Arcturus, Sirio o Capella. Es posible que incluso se pueda atisbar la Vía Láctea.


Lugar con excelente oscuridad.

Este tipo de ubicaciones se suelen dar en sitios altos, desiertos o lugares muy apartados. La visión es casi perfecta y la contaminación lumínica nula.
Ya se pueden advertir a simple vista estrellas más lejanas y con menor brillo, planetas del sistema solar. Se ve perfectamente el brazo de Orión, el brazo local de la Vía Láctea al cual pertenecemos e incluso se pueden observar cúmulos abiertos u otras galaxias como M31, es decir, Andrómeda. Es la localización perfecta para cualquier aficionado o profesional de la astronomía.

Bueno, hasta aquí los distintos cielos según la ilustración. Espero que la mayoría de mis lectores al menos tengan la posibilidad de
acceder algún fin de semana a una localización rural para disfrutar del enorme espectáculo que es el Universo y si no es posible, paciencia, siempre se puede acudir a los observatorios que proporcionen cursos o avistamientos públicos y así gozar del espectáculo.
Por tanto les deseo a todos: Limpios y oscuros cielos.
Gilgamesh.

martes, 2 de abril de 2013

Se descubre un nuevo tipo de Supernova




En otro post hablaba de las supernovas cercanas a nuestro planeta y del mismo se desprendía que había dos tipos de supernovas: las que se forman al colapsarse una estrella muy masiva y las de tipo Ia, producidas por el colapso de la enana blanca de un sistema binario, como por ejemplo la próxima supernova citada en dicha entrada, la HR8210 (IK Pegasi.)
Pero recientemente, investigadores del Harvard Smithsonian Center for Astrophysics (CfA), en Cambridge, han dado a conocer un nuevo tipo de esta clase de explosiones estelares, las llamadas Supernovas “lax”, que son descritas como una “ mini Supernova.” Esta nueva clase de estallidos  de estrellas son al parecer más débiles y menos energéticas que sus hermanas. Están producidos, según los investigadores del CfA,  por enanas blancas que pertenecen a sistemas binarios jóvenes, y lo  más curioso de este tipo de mini supernovas es que no llegan a destruir en su totalidad a la estrella que las ha generado, según comenta Ryan Foley, jefe del estudio.
Las investigaciones se llevaron a cabo sobre 25 ejemplos distintos de estas explosiones, pudiéndose destacar también que estos estallidos no fueron observados en ninguna galaxia elíptica, lo que confirmaría la hipótesis de su origen en sistemas jóvenes.
Les dejo el enlace de la noticia para ampliar más datos.
Que lo disfruten.
Gilgamesh.
Enlace a la noticia.

lunes, 25 de marzo de 2013

Tesoros del Universo

Una de los grandes placeres en esta vida es poder contemplar y extasiarse con la belleza de la naturaleza en cualquiera de sus vertientes. Y si hay una vertiente donde esta belleza hace honor a su nombre, esa es la del espacio. El Universo está lleno de objetos y cuerpos que llenan el espíritu con su belleza y majestuosidad, tales cuerpos como las galaxias y nebulosas o las estrellas y los cúmulos son,  a veces, un dechado de originalidad y belleza en puro equilibrio. Gracias al Hubble y a otros grandes telescopios hemos podido observar por fin lo grande que es nuestro entorno en el Universo y los tesoros que en él se esconden. Les dejo unas fotos de algunos de esos inalcanzables tesoros cósmicos, hermosas galaxias y enigmáticas nebulosas. Y un vídeo con una música espectacular que acompaña a otras espectaculares fotos.
Que lo disfruten.
Gilgamesh.

ESO 243-49

Messier 106

Galaxia en espiral M108

Cinturón de Orión

Galaxia peculiar en Centaurus A (NGC 5128)

Galaxia torbellino

Gas y polvo en la constelación de Monoceros

La Luna desde la ISS

Los Ojos (NGC 4435 y NGC 4438)

NGC 5775 Galaxia en espiral

NGC 1672 , galaxia en espiral barrada

M17, la Nebulosa del Cisne

LDN 1622

Otra vista de la Nebulosa oscura LDN1622 en Orión
Nebulosa Omega M17

Parte de la Nebulosa de Carina







domingo, 17 de marzo de 2013

HR8210 (IK Pegasi), la candidata a Supernova más cercana a la Tierra


Sistema binario HR8210
Una de las cuestiones más importantes de las Supernovas es la gran cantidad de energía y en especial energía letal (rayos Gamma) que puede ser liberada durante y después de su estallido. Así que, siempre que hay candidatas a Supernovas, lo prioritario es determinar si puede ser peligrosa para la vida en la Tierra. En este caso, la aspirante más probable de convertirse en Supernova es HR8210, ya que es la estrella de estas características que más cerca está de nosotros.
La estrella HR2810, también conocida como IK Pegasi, es un tipo de astro de los llamados sistemas binarios, es decir, un sistema compuesto por dos estrellas que se orbitan la una a la otra con un centro de masas común. Situada en la constelación de Pegaso, a 150 años luz, la estrella principal del sistema, IK Pegasi A, es una estrella de Secuencia Principal de Tipo A, más caliente y de mayor tamaño que nuestra estrella, (con una masa estimada de 1,7 veces la del Sol) y es llamada así porque se encuentra en la  región denominada de este modo (Secuencia Principal) en el diagrama de Hertzsprung-Russell, una zona en la que habitualmente  se encuentran la mayoría de las estrellas.  Por su parte, su compañera IK Pegasi B es una enana blanca muy masiva que ha agotado ya sus fuentes de generación energética por medio de la fusión nuclear. Esta enana blanca es la que finalmente se convertirá en  una Supernova de tipo Ia.
 La última Supernova observada en nuestra galaxia fue vista en 1604, la conocida como estrella de Kepler (SN1604) y que está situada en la constelación de Ophichus. Hoy día se pueden apreciar todavía los restos, llamados cáscara, de esta Supernova. Se cree que en una galaxia en espiral como la Vía Láctea pueden explotar de 2 a 3 Supernovas cada siglo.

Supernovas
Cuando ciertas estrellas de gran masa llegan al final de sus vidas, el equilibrio de fuerzas que las mantienen en activo se pierde y se colapsan estallado violentamente, enviando al espacio las capas
más externas de su atmósfera y  toda o parte de la materia que la conformaba junto con grandes cantidades de energía.  Para llegar a ello la estrella ha tenido antes que consumir todo el hidrógeno y helio que contenía, pasando por una cadena de combustiones continuadas que  producían elementos cada vez más pesados hasta que finalmente terminase produciendo hierro. Al ser este elemento el más estable de la tabla periódica, cuando la estrella alcanza este nivel no puede seguir generando elementos más pesados por medio de la fusión, por lo cual la energía es absorbida en lugar de ser emitida y el núcleo del astro se colapsa implosionando. Tras este estallido solo queda de la estrella una enana blanca de altísima densidad, que puede terminar siendo una estrella de neutrones o un agujero negro.
La explosión de una Supernova puede ser más de mil millones de veces más brillante que el Sol según el tipo de estrella que haya estallado, pudiendo llegar a superar en magnitud de brillo a su galaxia anfitriona durante semanas o incluso meses. La onda expansiva de una Supernova puede desplazarse hasta un límite de 30.000 kms/s, motivo por el cual, si se produjera una Supernova cerca de nuestro planeta, el peligro de que acabara con toda la vida que hay en él sería muy alto. Por otro lado, la Supernova en que se convertirá IK Pegasi es la del tipo Ia, que se corresponde con la clase de explosiones de enanas blancas de un sistema binario debidas a la caída de material de su compañera sobre ella. Cuando la masa de una de estas enanas blancas supera el límite de Chandrasekhar, comienza la combustión de carbono y explota, eyectando al espacio casi una masa solar de golpe.


La Futura Supernova HR8210

 El sistema binario HR8210 se encuentra ya en las últimas fases de su existencia, que terminará en una explosión de Supernova. Antes de que eso ocurra, IK Pegasi A  dará comienzo a la eyección de las capas más externas de su atmósfera, yendo  todo este material a caer a IK Pegasi B, que dista tan sólo unos 30.000.000 de kilómetros de su compañera.  Durante la absorción del material que le envía IK Pegasi A, la enana blanca sufrirá diferentes erupciones que harán que ese material se concentre sobre la superficie y vaya comprimiéndose y calentándose  hasta que la temperatura sea lo suficientemente alta como para fusionar en helio el desecho acumulado de IK Pegasi A, estallando esta en una Nova. Este proceso se irá repitiendo sucesivamente una y otra vez hasta que finalmente, con todo el material absorbido, la enana blanca comenzará a aumentar su masa hasta superar el límite de 1,44 masas solares de Chandrasekhar, estallando en una Supernova. La enorme y veloz onda expansiva cargada de energía será tan intensa que entrará en interacción con el gas y el polvo del escenario, causando los colores que se podrán observar en la nebulosa remanente de la Supernova. 
En este momento cabe preguntarnos si cuando HR8210 se convierta en una Supernova será un peligro para nosotros. Realmente, según las probabilidades estimadas por los científicos, la explosión como Supernova de dicha estrella no entrañará riesgo alguno para la Tierra, pero será casi por un pelo, ya que las citadas estimaciones consideran que solo sería peligrosa una Supernova si ésta explotara a una distancia menor de 100 años luz. Por tanto, el hecho de que HR8210 esté a 150 años luz del Sistema Solar nos pone a salvo y por añadidura esta estrella está alejándose de nosotros a una velocidad de 20 Km/s, con lo que cuando se inicie la secuencia de destrucción estaremos a mucha más distancia. Por otro lado, también podemos estar tranquilos, ya que a IK Pegasi aún le quedan varios millones de años de vida. 
Hasta entonces que  lo disfruten.
Gilgamesh.


viernes, 15 de marzo de 2013

Destellos del Universo 2


Continuándo con la serie de noticias que agrupo bajo las entradas genéricas de Destellos del Universo, he aquí unas de las más recientes e interesantes. 
Que las disfruten.
Gilgamesh
 
Se encuentra oxígeno y monóxido de carbono en la atmósfera de un planeta gaseoso


El análisis de la atmósfera de HR8799C, uno de los planetas que orbita la estrella HR8799 (V342 Pegasi) en la constelación de Pegaso a 129 años luz, ha arrojado que la composición de dicha atmósfera contiene agua y monóxido de carbono y carece de metano. El estudio de este gigante gaseoso, de entre 7 y 13 masas jovianas, proporcionará indicios sobre los mecanismos  de formación planetaria, ya que posiblemente este planeta se formara por el sistema de acreción del núcleo en lugar de por el de inestabilidad gravitatoria, más común en la formación de planetas gaseosos.
Aunque el descubrimiento del planeta fue hecho en 2008 por un grupo de científicos liderados por Christian Marois con  el telescopio Keck y en el observatorio Gémini  de Hawai, es ahora cuando aparecen los análisis hechos por Quinn Konopacky del Instituto Dunlap de Astronomía y Astrofísica de Toronto, Canadá.
El descubrimiento de este planeta fue realizado, junto con otros dos cuerpos más en 2008 y un cuarto en 2010, por observación directa. Todos estos planetas forman un atípico sistema planetario alrededor de HR8799.

Enlace a la noticia.

Se confirma que se trataba del bosón de Higgs

Científicos de CERN anunciaron en una conferencia llevada a cabo el jueves 14 de marzo de este año 2013 en Moriond (Italia) los resultados que confirman que la partícula descubierta el julio del pasado año  es el bosón de Higgs.
Según los científicos, aún queda una incógnita para ser despejada y es saber si esta partícula es la que aparece en el modelo estándar de la física de partículas o se trataría del bosón más ligero de una orden de bosones predichos por algunas teorías más avanzadas.
Enlace a la noticia

Marte pudo albergar vida en el pasado

El pasado martes, la NASA anunció que el planeta rojo pudo tener las condiciones idóneas para albergar vida en el  pasado, al menos de tipo microbiano.
Esto deviene de los análisis llevados a cabo por el rover Curiosity al perforar una roca que se encontraba junto al antiguo lecho de un extinto arroyo marciano. En los análisis se identificaron elementos como azufre, nitrógeno, hidrógeno, oxígeno, fósforo y carbono. Algunos de estos elementos son claves para la existencia de la vida, como el carbono y el fósforo o el oxígeno.
Enlace a la noticia.

La Luna estuvo cubierta por mares de roca fundida.

Los análisis de datos del LOLA (Lunar Orbiter Laser Altimeter) de la NASA han revelado que la Luna  estuvo cubierta en un 5% de su superficie por mares de roca fundida procedentes de impactos. Estos mares se habrían formado en periodos recientes y mucho más largos de lo que se pensaba hasta ahora.

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