Aquí está la tercera parte del post sobre las galaxias. Continuamos con la descripción de algunos tipos de galaxias más comunes, como las galaxias Seyfert, o las menos comunes como las Anulares o el extrañísimo objeto de Hoag entre otras. Espero que nos acompañen por este recorrido de los elementos más bellos del Universo. Y para hacerlo más ameno, al final del post hay un vídeo con imagenes galácticas y una música muy adecuada para este viaje. ¡Qué lo disfruten!
Gilgamesh.
Galaxia de Seyfert M106 |
Galaxias de Seyfert
Estas galaxias deben su nombre al astrónomo estadounidense Carl K. Seyfert, que describió este grupo en 1943. Las galaxias Seyfert son conocidas también como galaxias activas o de núcleo activo. Una galaxia activa es una clase de galaxia en la que su radiación electromagnética no está compuesta por los elementos habituales, es decir, polvo, estrellas, etc. que actúan generalmente en la radiación electromagnética consuetudinaria.
Se trata comúnmente de galaxias espirales, principalmente gigantes (aproximadamente una de cada cien galaxias espirales son galaxias Seyfert) y que están dotadas de un poderoso núcleo desmesuradamente brillante en su centro, tanto que en ocasiones puede llegar a sobrepasar en brillo al resto de la galaxia. Este es un núcleo activo y suele ser muy variable, llegando incluso a cambiar su intensidad en menos de un año. Este núcleo activo se caracteriza por la emisión de gases a temperaturas elevadísimas, producidas por acreción de materia en el agujero negro del centro galáctico, lo que provoca la pérdida masiva de electrones en sus átomos. En el espectro de emisión de esos gases aparecen unas líneas de emisión de diferentes densidades con las que los científicos clasifican en dos grupos este tipo de galaxias. Las de grupo I con gases más densos y anchuras más amplias en el espectro, lo que indicaría que los componentes más próximos al núcleo girarían orbitándolo a una muy elevada velocidad de rotación. Y las de grupo II con líneas más estrechas y gases menos densos y mucho más activos, pero donde el núcleo continúa su propagación de onda de forma puntual, dando a entender que quizá sus componentes giran a gran velocidad pero que están escondidos a la vista por un disco de partículas de polvo poco transparente y gas, dando posiblemente una apariencia engañosa de posición. La radiación de los núcleos de este tipo de galaxias no deja pasar las radiaciones infrarrojas, por lo cual tan solo es visible en luz blanca.
Galaxias Anulares
Este tipo de galaxias son muy raras y poco comunes. Están formadas por un núcleo muy brillante y un disco en forma de anillo muy luminoso y bien definido que lo rodea por completo. Generalmente, el núcleo suele estar formado por estrellas más antiguas y el anillo, a parte de polvo y gas, contiene estrellas azules más jóvenes, masivas y calientes. El anillo de estas galaxias se nos puede representar de dos formas: una puede aparecer de forma enlazada y desfigurada y la otra de forma tenue y regular, guardando generalmente algunas la estructura original de su núcleo o su disco primitivos.
Se sabe bien poco sobre el tipo de formación que crea estas galaxias y ninguna de las teorías que intenta explicar su origen lo hace por completo. Varias son las formas en que se supone se crearon las galaxias anulares. Algunas abogan por ejemplo la idea de que la extraña disposición en anillo es debida a la colisión de una galaxia de disco con otra galaxia más pequeña que atravesase el disco de ésta. O bien que una galaxia colisionara de forma angular con la que se ha de convertir en galaxia de anillo, dándole esa forma al arrancar la materia y haciéndola girar alrededor del núcleo debido a la interacción gravitatoria. O incluso que tras el choque, una perturbación gravitatoria creara una onda de formación estelar que se moviese a través de la galaxia. Fuera como fuera, parece ser que el origen de este tipo de objetos galácticos es una colisión entre una galaxia grande y una más pequeña, haciendo que la masa de gas, polvo y estrellas de sus discos se fusionen para formar, mediante interacciones gravitatorias, un vacío entre el núcleo y el anillo que está en formación con el material de los discos fusionados de las dos galaxias.
El Objeto de Hoag
Dentro de las galaxias anulares cabe destacar por su singularidad el denominado Objeto de Hoag, también llamado de forma oficial PGC 54559.
Descubierto en 1950 por el astrónomo estadounidense Arthur Allen Hoag, el cual le dio su nombre, este objeto se encuentra a una distancia de unos 600.000.000 de años luz y se trata verdaderamente de una galaxia poco común, aun dentro de las raras galaxias anulares. El núcleo de esta galaxia, con un diámetro de unos 17000 años luz, está formado principalmente por estrellas amarillas y antiguas, lo que le da ese destacado color amarillento. En cambio, el anillo está formado por estrellas azules, muy calientes y jóvenes, tintando su aspecto de un color azulado. En conjunto, el diámetro de la galaxia es de 120.000 años luz, lo que viene a ser una longitud muy parecida a la de la Vía Láctea, que es de 100.000 años luz de punta a punta.
Lo que caracteriza a este objeto es ese particular anillo casi perfecto que rodea al núcleo. Generalmente las galaxias anulares tienen unas estructuras de anillo bastante irregulares, las cuales dejan entrever su disposición original manteniendo aproximadamente el núcleo la estructura primaria, generalmente espirales, de la galaxia que originó el tipo anular. Los anillos de estas galaxias suelen estar descentrados, envolviendo el núcleo y llenando con material estelar y gas el espacio entre éste y la estructura anular. Por el contrario, encontramos que en el Objeto de Hoag el círculo del anillo es casi perfecto y muy bien definido, rodeando a un núcleo difuso y dejando un espacio diáfano y vacío entre la estructura anular y el centro. Aunque este espacio está práctica y aparentemente vacío, puesto que a través de ese hueco entre el anillo y el núcleo se puede ver otra galaxia anular por detrás de ésta, no podemos descartar la idea de que esté poblado por elementos de menor tamaño y que nos pasarían desapercibidos por ahora, como podrían ser pequeños cúmulos globulares. Se pensó en un principio que el anillo no estaría en relación con el núcleo y que podrían ser independientes el uno del otro, o que incluso se tratara de una lente gravitatoria, (las lentes gravitatorias son una deformación de la perspectiva que hacen aparecer a estrellas más lejanas muy cerca del objeto observado) pero el Hubble, así como otros telescopios, pudieron refutar esa idea constatando que realmente el anillo forma parte de la galaxia.
La explicación para esta perfecta anomalía del Objeto de Hoag podría ser el de la mayoría de galaxias anulares: Un choque entre dos galaxias. Pero en este caso se habría tratado de una colisión acontecida hace más de 2000 millones de años y que habría terminado con una de las galaxias desgajándose, pasando su materia a formar la estructura anular de la superviviente de la colisión, quedando absolutamente fusionada con esta. (El Objeto de Hoag, Revista Espacio, febrero 2012)
Otra alternativa sería que se tratase de una galaxia espiral barrada y que debido a un enorme desequilibrio gravitacional en la barra, ésta terminara desfragmentada y convirtiéndose en ese anillo tan característico.
Galaxia Anular Polar
Este tipo de galaxias es muy poco frecuente y aparentemente suelen estar formadas principalmente por galaxias de tipo lenticular. Se caracterizan por poseer unos anillos exteriores muy luminosos de gas, polvo y estrellas que orbitan sobre los polos de su disco. Estos anillos pueden llegar a formar un ángulo recto casi perfecto en sus ejes de rotación.
La formación de estos anillos polares puede ser muy diversa. Probablemente sean el resultado de la absorción de una galaxia abundantemente saturada de gas, el cual pasaría a constituir las estructuras anulares en los polos de la galaxia lenticular. Por otro lado, algunos científicos creen que este tipo de anillos puede ser debido a la colisión de una galaxia más pequeña en forma perpendicular al plano de rotación de la mayor. O bien, otra posibilidad sería la aprehensión de mareas debidas a enormes y potentes interacciones gravitatorias que absorberían el material de la galaxia atraída para formar los discos polares.
Sea como sea, es sensato pensar que la formación anular en los polos se debe a algún tipo de fusión de dos galaxias morfológicamente distintas, aunque realmente no se sepa con seguridad como se forman estos anillos polares.
Estas galaxias deben su nombre al astrónomo estadounidense Carl K. Seyfert, que describió este grupo en 1943. Las galaxias Seyfert son conocidas también como galaxias activas o de núcleo activo. Una galaxia activa es una clase de galaxia en la que su radiación electromagnética no está compuesta por los elementos habituales, es decir, polvo, estrellas, etc. que actúan generalmente en la radiación electromagnética consuetudinaria.
Se trata comúnmente de galaxias espirales, principalmente gigantes (aproximadamente una de cada cien galaxias espirales son galaxias Seyfert) y que están dotadas de un poderoso núcleo desmesuradamente brillante en su centro, tanto que en ocasiones puede llegar a sobrepasar en brillo al resto de la galaxia. Este es un núcleo activo y suele ser muy variable, llegando incluso a cambiar su intensidad en menos de un año. Este núcleo activo se caracteriza por la emisión de gases a temperaturas elevadísimas, producidas por acreción de materia en el agujero negro del centro galáctico, lo que provoca la pérdida masiva de electrones en sus átomos. En el espectro de emisión de esos gases aparecen unas líneas de emisión de diferentes densidades con las que los científicos clasifican en dos grupos este tipo de galaxias. Las de grupo I con gases más densos y anchuras más amplias en el espectro, lo que indicaría que los componentes más próximos al núcleo girarían orbitándolo a una muy elevada velocidad de rotación. Y las de grupo II con líneas más estrechas y gases menos densos y mucho más activos, pero donde el núcleo continúa su propagación de onda de forma puntual, dando a entender que quizá sus componentes giran a gran velocidad pero que están escondidos a la vista por un disco de partículas de polvo poco transparente y gas, dando posiblemente una apariencia engañosa de posición. La radiación de los núcleos de este tipo de galaxias no deja pasar las radiaciones infrarrojas, por lo cual tan solo es visible en luz blanca.
Galaxia Anular NGC 922-l |
Galaxias Anulares
Este tipo de galaxias son muy raras y poco comunes. Están formadas por un núcleo muy brillante y un disco en forma de anillo muy luminoso y bien definido que lo rodea por completo. Generalmente, el núcleo suele estar formado por estrellas más antiguas y el anillo, a parte de polvo y gas, contiene estrellas azules más jóvenes, masivas y calientes. El anillo de estas galaxias se nos puede representar de dos formas: una puede aparecer de forma enlazada y desfigurada y la otra de forma tenue y regular, guardando generalmente algunas la estructura original de su núcleo o su disco primitivos.
Se sabe bien poco sobre el tipo de formación que crea estas galaxias y ninguna de las teorías que intenta explicar su origen lo hace por completo. Varias son las formas en que se supone se crearon las galaxias anulares. Algunas abogan por ejemplo la idea de que la extraña disposición en anillo es debida a la colisión de una galaxia de disco con otra galaxia más pequeña que atravesase el disco de ésta. O bien que una galaxia colisionara de forma angular con la que se ha de convertir en galaxia de anillo, dándole esa forma al arrancar la materia y haciéndola girar alrededor del núcleo debido a la interacción gravitatoria. O incluso que tras el choque, una perturbación gravitatoria creara una onda de formación estelar que se moviese a través de la galaxia. Fuera como fuera, parece ser que el origen de este tipo de objetos galácticos es una colisión entre una galaxia grande y una más pequeña, haciendo que la masa de gas, polvo y estrellas de sus discos se fusionen para formar, mediante interacciones gravitatorias, un vacío entre el núcleo y el anillo que está en formación con el material de los discos fusionados de las dos galaxias.
Objeto de Hoag |
El Objeto de Hoag
Dentro de las galaxias anulares cabe destacar por su singularidad el denominado Objeto de Hoag, también llamado de forma oficial PGC 54559.
Descubierto en 1950 por el astrónomo estadounidense Arthur Allen Hoag, el cual le dio su nombre, este objeto se encuentra a una distancia de unos 600.000.000 de años luz y se trata verdaderamente de una galaxia poco común, aun dentro de las raras galaxias anulares. El núcleo de esta galaxia, con un diámetro de unos 17000 años luz, está formado principalmente por estrellas amarillas y antiguas, lo que le da ese destacado color amarillento. En cambio, el anillo está formado por estrellas azules, muy calientes y jóvenes, tintando su aspecto de un color azulado. En conjunto, el diámetro de la galaxia es de 120.000 años luz, lo que viene a ser una longitud muy parecida a la de la Vía Láctea, que es de 100.000 años luz de punta a punta.
Lo que caracteriza a este objeto es ese particular anillo casi perfecto que rodea al núcleo. Generalmente las galaxias anulares tienen unas estructuras de anillo bastante irregulares, las cuales dejan entrever su disposición original manteniendo aproximadamente el núcleo la estructura primaria, generalmente espirales, de la galaxia que originó el tipo anular. Los anillos de estas galaxias suelen estar descentrados, envolviendo el núcleo y llenando con material estelar y gas el espacio entre éste y la estructura anular. Por el contrario, encontramos que en el Objeto de Hoag el círculo del anillo es casi perfecto y muy bien definido, rodeando a un núcleo difuso y dejando un espacio diáfano y vacío entre la estructura anular y el centro. Aunque este espacio está práctica y aparentemente vacío, puesto que a través de ese hueco entre el anillo y el núcleo se puede ver otra galaxia anular por detrás de ésta, no podemos descartar la idea de que esté poblado por elementos de menor tamaño y que nos pasarían desapercibidos por ahora, como podrían ser pequeños cúmulos globulares. Se pensó en un principio que el anillo no estaría en relación con el núcleo y que podrían ser independientes el uno del otro, o que incluso se tratara de una lente gravitatoria, (las lentes gravitatorias son una deformación de la perspectiva que hacen aparecer a estrellas más lejanas muy cerca del objeto observado) pero el Hubble, así como otros telescopios, pudieron refutar esa idea constatando que realmente el anillo forma parte de la galaxia.
La explicación para esta perfecta anomalía del Objeto de Hoag podría ser el de la mayoría de galaxias anulares: Un choque entre dos galaxias. Pero en este caso se habría tratado de una colisión acontecida hace más de 2000 millones de años y que habría terminado con una de las galaxias desgajándose, pasando su materia a formar la estructura anular de la superviviente de la colisión, quedando absolutamente fusionada con esta. (El Objeto de Hoag, Revista Espacio, febrero 2012)
Otra alternativa sería que se tratase de una galaxia espiral barrada y que debido a un enorme desequilibrio gravitacional en la barra, ésta terminara desfragmentada y convirtiéndose en ese anillo tan característico.
Galaxia Anular Polar NGC 660 |
Galaxia Anular Polar
Este tipo de galaxias es muy poco frecuente y aparentemente suelen estar formadas principalmente por galaxias de tipo lenticular. Se caracterizan por poseer unos anillos exteriores muy luminosos de gas, polvo y estrellas que orbitan sobre los polos de su disco. Estos anillos pueden llegar a formar un ángulo recto casi perfecto en sus ejes de rotación.
La formación de estos anillos polares puede ser muy diversa. Probablemente sean el resultado de la absorción de una galaxia abundantemente saturada de gas, el cual pasaría a constituir las estructuras anulares en los polos de la galaxia lenticular. Por otro lado, algunos científicos creen que este tipo de anillos puede ser debido a la colisión de una galaxia más pequeña en forma perpendicular al plano de rotación de la mayor. O bien, otra posibilidad sería la aprehensión de mareas debidas a enormes y potentes interacciones gravitatorias que absorberían el material de la galaxia atraída para formar los discos polares.
Sea como sea, es sensato pensar que la formación anular en los polos se debe a algún tipo de fusión de dos galaxias morfológicamente distintas, aunque realmente no se sepa con seguridad como se forman estos anillos polares.
Continuará en el siguiente post.
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